La mayoría de los amantes de la tecnología o del mundo del motor nos suena el invento de las Tweel, las ruedas de Michelin que funcionan sin aire.
La idea nació en 2005 y casi desde entonces los vídeos corren por la internet con múltiples vehículos probando estas llantas.
Esta sorprendente tecnología sustituye la presión del aire de los neumáticos tradicionales por unos radios flexibles que están unidos a la rueda.
De esta forma, la Tweel absorbe los impactos con gran suavidad, puesto que se adapta eficazmente a las irregularidades del terreno
Bridgestone sacó su propia versión a finales de 2011. Ambos fabricantes, sin embargo, descartaron que fueran a sacar al mercado esos neumáticos sin aire. Al menos, por ahora.
En el caso concreto de Bridgestone, se dijo que cada rueda pesaba 50 kg y podía resistir tres veces esa masa, así que de momento 150 kg por 4 ruedas que tiene un coche dan una resistencia insuficiente pues los vehículos tienen aun un mayor peso en lo que conforma el chazis, carrocería y motor.
Estas nuevas alternativas de llantas para los vehículos han dado un gran impacto, pues estaríamos ante una opción que podría dejar atrás los neumáticos de aire que han estado por décadas, sin embargo aún no es del todo aceptado.
Sin embargo y a pesar de todas las limitaciones soiales y deficiencias en este prototipo la empresa piensa lanzar el siguiente año la comercialización del producto, aún no se tiene ni precio, ni disponibilidad.
El impacto en el mundo de los neumáticos seguramente atraerá las vistas pero no es seguro a los usuarios, lo que si es seguro, es que polaris está apostando a un mercado basicamente virgen, y ese es su haz bajo la manga.